miércoles, 7 de octubre de 2015

Epílogo para la muralla del mar

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Las vicisitudes legales que ha tenido el coronamiento de la muralla del mar de Cartagena a lo largo de los últimos veinte años han sido atípicas hasta el final. Hasta este epílogo conciliador, que yo celebro en parte, que debe haber devuelto la respiración al Ayuntamiento de Cartagena, que ya se vería con una zona céntrica de la ciudad levantada para ejecutar un proyecto impreciso y una sentencia de imposible cumplimiento. Imposible porque, como he recordado en varias ocasiones: “no se puede restituir lo que no se conserva”.

El remate de la muralla fue desmontado por Beltri, si no recuerdo mal, para poner balaustradas y los elementos retirados no se conservaron en parte alguna, que yo sepa. Lo paradójico de la sentencia del TSJ de Murcia es que consentía la reposición de las balaustradas, cosa que algunos no entendimos nunca. Porque si aún hubiera sido para restablecer el coronamiento original del baluarte habría tenido sentido deshacer lo hecho por Torres Nadal, pero para volver al absurdo proyecto de ajardinamiento del Parque Torres no valía la pena poner todo patas arriba.  

Desde otra perspectiva es lamentable que para una vez que la justicia murciana se toma en serio un tema de patrimonio histórico las cosas hayan llegado a este punto y además no tengan enmienda. Ojalá se hubieran tomado tan en serio la protección del Arsenal como BIC, la protección del Conjunto histórico de Cartagena o la destrucción del dique de Feringán, por citar algunos ejemplos.

En cualquier caso soy consciente de que lo que acabo de decir son matices que, ahora que se ha impuesto el buen sentido, y que se buscan alternativas (¡Por qué espero que se sigan buscando¡) para enmendar lo que no se puede llevar a cabo,  no vienen al caso.

Lo importante en mi modesta opinión es la compensación que consiente el Ministerio de Fomento que creo que debería ser aplicada de la mejor forma posible en beneficio del Patrimonio de Cartagena y, a ser posible, de aquel patrimonio que se encuentra en riesgo de desaparición.

Creo que el derribo de las murallas y de las puertas de Cartagena fue un error muy grave que se cometió en su momento pero que tiene tan difícil rectificación como el coronamiento de la muralla. Lo que me extraña es que con todas las necesidades que tiene el patrimonio militar e histórico que existe en Cartagena no  haya otras alternativas para aplicar esos cuatrocientos mil euros que pone sobre la mesa el Ministerio de Fomento, que construir unas puertas de Madrid que, con todos los respetos, no dejarían de ser un falso histórico descontextualizado que a lo peor (Porque desconozco las proporciones de las puertas) tiene difícil encaje en una zona moderna y re urbanizada recientemente.

Espero no herir susceptibilidades, pero francamente pienso que quizás existan alternativas interesantes que permitan que no se siga arruinando el ingente patrimonio militar existente en Cartagena, que se enfrenta a un futuro incierto porque es muy difícil buscarle financiación. A bote pronto se me ocurre, por ejemplo todo ese paño de muralla que va desde el puente de “Quitapellejos” hasta el castillo de Galeras que incluye algunos baluartes magníficos; o alguna de las baterías y castillos que se encuentran abandonadas; o alguna de las murallas  que se conservan en el centro de la ciudad, como la muralla de Carlos II o de Possi en el Monte Sacro, frente al Parque de artillería. Y eso por permanecer en el marco de los objetivos de la Asociación AFORCA que con tanta constancia y rigor viene trabajando desde hace tantos años por el patrimonio militar. Porque si atendiéramos a otras facetas del patrimonio histórico de Cartagena aún habría muchos otros proyectos en los que invertir dinero, dejando constancia, por supuesto, de como se había conseguido esa financiación.

En cualquier caso creo que hay que felicitar a AFORCA por haber conseguido una aportación económica tan importante para el patrimonio de Cartagena.

Juan-Miguel Margalef
Presidente de ADEPA

miércoles, 16 de septiembre de 2015

El futuro del Casco histórico de Cartagena

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Había llegado a nuestros oídos que el Plan “especial” del “Casco antiguo” (que no del Conjunto histórico, porque no ha sido nunca un Plan especial de protección sino un Plan de reforma interior) estaba en revisión.

Cuando escuchamos esa afirmación en boca de una fuente autorizada nos sentimos esperanzados porque desde ADEPA siempre hemos considerado necesario enfocar bien el único plan urbanístico que ha llegado a fraguarse en Cartagena durante “El Pilarismo”, ¡que tiene bemoles!. Pero cuando hemos visto los primeros esbozos de esa reforma presentados a la prensa la semana pasada hemos vuelto a nuestra inquietud anterior.

Me explico. En primer lugar nos parece muy bien que se proyecte financiar la recuperación del desastre urbanístico perpetrado en el Conjunto histórico (Especialmente en el Barrio Universitario y en el Monte Sacro) que nos ha llevado a las primeras páginas de la prensa nacional de la mano de la “Operación Púnica” y a unos notables niveles de deuda municipal. Solo esperamos que en Europa no se acuerden del destino final que tuvieron algunos de los fondos del Urban en el Barrio Universitario, porque de lo contrario lo vamos a tener difícil.

En segundo lugar, nos parece muy bien que se reincorpore la Estación de Ferrocarril al Conjunto histórico donde ya estaba en el RD 3046/80, pero por la misma razón y por algunas más también habría que incorporar otras zonas indudablemente históricas y alguna hasta legendaria como son el Arsenal, Los Mateos, el Castillo de los Moros y sobre todo el Barrio de Santa Lucia. Barrio este último en el que se proyectaba perpetrar una muralla edificatoria en primera línea en el Plan general abortado al amparo del cambio de límites del Conjunto histórico previsto en el Plan especial. Claro que a lo mejor esta reincorporación estropearía algunas operaciones especulativas que están en marcha y que van a proporcionar sustanciosos beneficios a algunos. Suponemos que también se modificará el entorno de la estación en el que se habían recalificado suelos para desarrollar una operación urbanística.

En tercer lugar, seguimos sin saber que pinta el Paseo de Alfonso XIII en el Conjunto histórico, excepción hecha de dos o tres edificios que son tomados como pretexto. ¿Vamos a restaurar el Ensanche cuando todavía no hemos recuperado el Conjunto histórico?. No hay otros medios de financiación para el ensanche que enmascarar con el conjunto histórico zonas que no tienen nada que ver y que son modernas. ¿A que seguimos jugando? ¿A pagar con los dineros del patrimonio histórico operaciones especulativas?. Si Cartagena fuera Toledo o Vitoria podría acogerse a fondos especiales de patrimonio histórico pero no lo es y ello debido a las piruetas que se han hecho en los últimos veinte años. ¡Bajémonos del trapecio, por favor!. Ello no quiere decir que Cartagena no sea merecedora de esos fondos sino que hay que afinar más en el destino que se pretende dar a los fondos que se buscan.

En cuarto y último lugar si se piensa seriamente cambiar el Plan Especial del Conjunto Histórico habría que hacerlo de una forma más clara y transparente que lo que se hizo en la etapa anterior y sobre todo no utilizando arbitraria e interesadamente el concepto y la realidad del Conjunto histórico.

Ya hemos visto lo que la corporación anterior y sus servicios técnicos hicieron con el Conjunto histórico excepción hecha de la peatonalización. En ADEPA creemos que así no se trata un Conjunto histórico y que seguro que hay otras formas mejores de recuperarlo, con menos gasto que el que han generado los anteriores gestores y respetando de verdad la protección del patrimonio.

Por ello creemos que hay que abrir un debate social sobre el “Plan especial” y dar ocasión a la sociedad para que se pronuncie.

Juan-Miguel MARGALEF
Presidente de Adepa

martes, 28 de abril de 2015

Carta abierta a la directora general de bienes culturales de la Region de Murcia sobre San Ginés de la Jara

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Sra. Maria Comas,

En representación de Adepa, me dirijo a vd en su condición de máxima responsable del Patrimonio histórico de la Region de Murcia para exigirle públicamente que deje de mirar hacia otro lado y utilice los instrumentos que la ley 4/2007 pone a su disposición para poner fin a la penosa situación que atraviesa el Bic san Gines de la Jara desde hace más de veinte años.

Se lo hemos pedido por registro en septiembre del pasado año (ANSE y ADEPA) y se lo requiero públicamente ahora después de que sea clamoroso el fracaso de la operación urbanística pactada entre el Ayuntamiento de Cartagena y la promotora Hansa urbana S.A en NOVO CARTAGO. Pacto que puede darse por terminado con el incumplimiento de las condiciones impuestas por el Ayuntamiento de Cartagena en la licencia de obras de 2007; con unas ridículas e imperceptibles obras de intervención por parte de Hansa; e incluso con el autoincumplimiento del Ayuntamiento de la parte que le correspondía de recuperar el jardín que es ahora, como el Monasterio, de su plena propiedad, como también se menciona en la licencia de obras.

La promotora Hansa urbana S.A se encuentra en concurso de acreedores y es difícil imaginar que pueda cumplir con sus compromisos en San Gines de la Jara, aún en el caso de que estuviera dispuesto a continuar con el proyecto. Y aunque así fuera es difícil que pudiera hacerlo con la rapidez que necesita el monumento, que se encuentra en estado muy precario. Eso sin contar con el tiempo que llevaría la tramitación de los diferentes contenciosos administrativos y penales en marcha.

Todos estos obstáculos justifican sobradamente la anulación de la licencia de obras por parte del Ayuntamiento de Cartagena y la devolución a Hansa del monasterio, su anterior propietario. Por el contrario y contra toda lógica el Ayuntamiento de Cartagena parece empeñado en mantener la propiedad del monasterio y en exigir a Hansa, que por cierto no esta de acuerdo con ello y que ha presentado un recurso contencioso, la ejecución del deber de conservación que hoy por hoy y con la ley en la mano corresponde al propietario registral que es el Ayuntamiento de Cartagena. Todo ello redunda en definitiva en retrasos y demoras que son muy "cómodas" para el Ayuntamiento, porque le proporcionan una excusa para no actuar, pero muy perjudiciales para el monumento, que se encuentra en penoso estado.

Así las cosas y mirando únicamente por el interés del Bic, solamente queda por utilizar un recurso administrativo que la ley 4/2007 atribuye en exclusiva al departamento que vd dirige y que comienza por la exigencia formal al Ayuntamiento de Cartagena de que resuelva esa contradictoria situación y actúe rápida y eficazmente como ya le ha indicado el D[1] efensor del pueblo. La desobediencia a esa exigencia formal haría incurrir al Ayuntamiento de Cartagena, igual que a cualquier otro propietario de un bien de interés cultural, en una falta grave por incumplimiento del deber de conservación.

Ignoramos las verdaderas razones por las que esa Direccion General no ha requerido todavía formalmente al Ayuntamiento de Cartagena para que resuelva esa situación e intervenga subsidiariamente en San Gines de la Jara, pero es evidente que el hecho de no hacerlo esta retrasando la intervención y podría estar haciéndole incurrir a esa dirección General en una falta de idéntica gravedad a la que se está perdonando al Ayuntamiento de Cartagena.

Por todo ello le vuelvo a pedir públicamente que deje de lado las connivencias políticas y ponga en marcha los mecanismos necesarios para que la restauración del Bic San Ginés de la Jara  ( Monasterio, jardín y ermitas ) sea un hecho a la menor brevedad.


Juan-Miguel Margalef
Presidente de Adepa


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viernes, 6 de febrero de 2015

La injusticia manifiesta en los Diques de Feringán


Apenas dos meses ha necesitado el TSJ de Murcia para echar tierra encima al auto del juez Carrillo que en 2004 apreció indicios de delito y dictó orden de apertura de juicio oral por la destrucción y expolio de los Diques de Feringán, verdadera razón de ser del Arsenal de Cartagena, por parte de altos funcionarios militares del Ministerio de Defensa.
Diez años de demora en la apertura del juicio oral y apenas dos meses para su archivo. Así funciona la justicia en la Región de Murcia.
El archivo se ha basado en un ardid consistente en obviar el auto del juez Carrillo por una parte, como si no se hubiese producido; resaltar la falta de acusación por parte de la fiscalía; y deslegitimar la acusación particular ejercida en este caso por la Asociación de defensa del patrimonio de Cartagena. Todo ello basándose en un recurso de la Abogacía del Estado, que actuaba en defensa de los acusados y concertadamente con el último juez del juzgado nº 2 de Cartagena, que ha aprovechado el recurso de la Abogacía para archivar sin entrar en el fondo del asunto. Ese archivo es el que ha confirmado a su vez el TSJ.
Es decir, aplicando lo que se conoce popularmente como “doctrina Botín” en lugar de su opuesta la “doctrina Atuxa”, porque lo que al parecer interesaba en este caso era salvaguardar la impunidad de unos funcionarios militares, marinos por mas señas, cuya conducta se ajusta casi al pie de la letra al articulo 323 del código penal, “que castiga con pena de prisión de uno a tres años y multa de doce a veinticuatro meses a quien cause daños en un archivo, registro, museo, biblioteca, centro docente, gabinete científico, institución análoga o bienes de valor histórico, artístico, científico, cultural o monumental, así como en yacimientos arqueológicos”. Este último era el caso de los Diques de Feringán.
Un delito que en la instrucción reconoció incluso alguno de los acusados justificándolo “en provecho de la defensa nacional” pero obviando que además de destruir el dique del XVIII vendieron sus restos a varios anticuarios de la zona.
Los funcionarios están todos jubilados por lo que no habrían tenido que ingresar en prisión y previsiblemente la responsabilidad habría sido subsidiaria del Ministerio de Defensa, por lo que el interés del juicio residía para ADEPA en depurar y afinar procedimientos para evitar que se siga destruyendo el patrimonio militar de Cartagena y para que se proteja de una vez el Arsenal, que no tiene grado alguno de protección por empeño expreso de la Marina española y por pasividad del Ministerio de Cultura.
No podemos dejar de destacar que este desmán no habría sido posible sin la inexplicable pasividad e ignorancia de la fiscalía de Cartagena, que no fue corregida por sus superiores jerárquicos. Pasividad, porque el fiscal ni se molestó en investigar el posible delito, ni atendió la apreciación del mismo por parte del juez instructor que practicó una instrucción impecable. E ignorancia, porque la argumentación de la fiscalía se basó en la consideración de que sólo son bienes históricos los que están expresamente declarados administrativamente y según ese principio cualquier yacimiento arqueológico podría ser destruido si no ha sido declarado en el momento de su descubrimiento. 
 * Juan-Miguel Margalef. Presidente de ADEPA

 VISITA GUIADA A LA EXPOSICIÓN " EL RESPLANDOR DE ROMA " ORGANIZADA POR ADEPA 14 DE ABRIL A LAS 17,15  REGISTRO DE INSCRIPCIONES ...