No puedo pretender que
políticos de tantos méritos y de tan buen hacer por Cartagena (es broma, claro
está) como el Sr. Megias o el Sr. Fidel Saura formen parte de mi club de fans
si es que lo tuviera. Sería demasiado pedir. Por no pretender no pretendo que
conozcan ni tan siquiera las cosas que se hicieron en mi época. Sería fácil
para mí recordar que Cartagena tiene Casa de Cultura gracias a la Consejería de
la que yo formé parte y que el Sr. Cabezos en su primer año administró su
concejalía con los últimos 25 millones que le transferimos. Tampoco sería
difícil recordar la restauración de la imagen y de la cúpula de la Caridad; las
sanciones impuestas a San Ginés de la Jara y la casa del Piñón; o evocar que
los consejos asesores y las mesas de negociación con arqueólogos funcionaban a
pleno rendimiento en mi época. Podría recordar que ni una sola vez fui recusado
en sede parlamentaria por el Partido Popular o que la conflictividad y la
alarma social que actualmente existe con respecto al Patrimonio histórico en
Cartagena no existían en mi época.
A decir verdad me importan
tan poco las descalificaciones del Sr. Megias y del Sr. Saura como sus más que improbables
felicitaciones. Hace falta una cierta grandeza para reconocer los éxitos de los
adversarios políticos y ello no es algo que abunde en el pelotón del que forman
parte estos dos sectarios.
Pero como andamos en estos días intentando que el Partido Popular en el
Ayuntamiento y la Dirección General de Cultura cumpla la ley de patrimonio
y remedie el desmán que está cometiendo en Cartagena, llevando adelante un
catálogo que amenaza destruir lo poco que queda de nuestro conjunto histórico;
y como también se ha recurrido a la desautorización de mi gestión personal en
cultura, para desprestigiar una reivindicación que no sólo sostengo a titulo
personal sino también la Asociación ADEPA, de la que soy presidente, MASSIENA y
la Federación de vecinos; me ha parecido oportuno recordar públicamente una
actuación de la que estoy especialmente orgulloso por sus resultados y porque
pone de relieve que en lo que a mi se refiere el nivel de exigencia no ha sido
nunca menor con mis compañeros socialistas que con los políticos del Partido
Popular.
Se trata de un episodio relacionado con las obras del Antiguo Hospital
de Marina que aunque estaban dotadas de financiación suficiente habían sido tan
mal planteadas por los arquitectos del Ministerio de Cultura (Socialista por
cierto) que amenazaban destruir este bellísimo edificio. Aquellos bárbaros
habían planeado vaciar el edificio reduciéndolo a sus fachadas interior y exterior
y eliminar el muro piñón que articulaba el edificio. Esto era a todas luces una
barbaridad que me hizo observar el magnífico equipo técnico de la Dirección
General de cultura en aquel momento. Equipo que por cierto fue diezmado por la
Consejera Gutiérrez Cortines y diezmado sigue para mayor perjuicio de los
responsables políticos actuales de aquella casa.
Permitimos que la obra empezara para no perder la magnífica subvención
europea de la que se estaba beneficiando el Antiguo Hospital: 3500 millones.
Que por cierto y para el consumo de los victimistas locales, fue la mayor
subvención que ha recibido un edificio histórico en la región de Murcia en toda
su historia.
Paralizamos la obra y obligamos a replantear el proyecto con lo que
además de salvar el muro piñón salvamos el tejado y las magníficas vigas que se
libraron del desguace. Suerte que por cierto no han tenido las vigas que se han
extraído de la base de submarinos de Cartagena en las obras que tienen lugar en
el emplazamiento de los antiguos diques de Feringán.
Como ya supondrán la medida no fue acogida calurosamente por el equipo
de gobierno socialista del Ayuntamiento de Cartagena ni por el rectorado de la
Universidad de Murcia pero si fue acatada disciplinadamente y si no recuerdo
mal ni tan siquiera traslució una critica a la opinión pública hacia la
Dirección General de Cultura.
Por ello me considero mas que legitimado en mi triple condición de
presidente de la Asociación ADEPA que
agrupa a mas de 100 profesionales y ciudadanos de Cartagena, como antiguo
Director General de Cultura y como socialista para exigir al equipo de gobierno
del Partido Popular en el Ayuntamiento de Cartagena y en la Dirección General
de Cultura a que cumpla la ley, paralice las licencias y los derribos ilegales
y retire un catálogo que como demostraremos en los próximos días tiene más
errores que palabras.
Ante estos hechos el Sr. Megías, la Sra. Directora General de Cultura,
el Sr. Director General de urbanismo y el gobierno del Sr. Valcarcel no tiene
nada mas que una opción: hacer cumplir la ley al ayuntamiento de Cartagena o
hacerse cómplice por sectarismo de sus actuaciones.
Juan-Miguel Margalef
Presidente de ADEPA